EL FUTURO ERA ESTO
El mundo tras la pandemia no debería ser algo que no podamos ahora esbozar: ya tenemos pistas sobre cómo será la nueva normalidad.
La humanidad avanza a saltos, pero también a golpes. Guerras, pestes, atentados o amenazas tecnológicas han traído como consecuencia fuertes crisis sociales, económicas o culturales que, a su vez, han producido modificaciones en la moral colectiva. En las últimas décadas, la entrada en la era digital, los atentados yihadistas, la crisis financiera y, ahora, la crisis del COVID-19 han sido las espoletas que han determinado grandes transformaciones globales. En la mayoría de los casos, los cambios ya se estaban gestando, y los que esos hechos indeseados provocaron fue una anticipación o aceleración de sus efectos. También es incuestionable que no todos los cambios se consolidan: algunos surgen como reacción a las circunstancias, pero desaparecen al poco tiempo.